Conoce los mejores tips para una relación madre y adolescente
27/mayo/2020
La relación madre y adolescente es importante para un buen desarrollo humano. Conoce cómo tener una buena relación.
La adolescencia es una etapa muy interesante de nuestras vidas y de la de nuestros hijos; pero sin duda es difícil. Diversos factores como el crecimiento corporal y hormonal, la búsqueda de identidad y de lazos interpersonales significativos o los nuevos sentidos de individualidad y responsabilidad hacen que este momento de la vida pueda ser complicado. En múltiples ocasiones, aunado a esto, incluso se ha reconocido a la adolescencia como un tiempo de rebelión y separación. Sin duda, a muchas madres como tú les preocupa este periodo: ¿cómo me puedo acercar a mi hijo o hija sin ser invasiva?, ¿cuándo debo hacerlo?, ¿qué temas debo platicar con ellos? Suena difícil, no cabe duda, pero también recuerda que no existe una fórmula secreta para la maternidad o la paternidad. Informarse, dar el mayor esfuerzo, basarse en la comprensión, la empatía y el amor es elemental.
Ya que en Unio nos comprometemos con la mejor información para ti, te invitamos a conocer los mejores tips para una relación entre madre e hijo adolescente.
1. Sé una gran escucha
Escuchar a un hijo es signo de muchas cosas: de confianza, de empatía, de apoyo, de validación, etc. Tu hijo necesita todos estos valores en tu figura. Escuchar significa aprender a valorar la opinión de tu hijo y su visión ante las cosas. Un hijo a quien se le escucha se siente en cercanía y en confianza para buscarte en momentos importantes de su vida. Todos queremos estar cerca para apoyar a nuestros hijos. Estimular tu escucha, por otro lado, consiste en adoptar un ejercicio de paciencia y prudencia: el hijo no busca que se le reprenda sino que se le apoye. Esto no quiere decir que se admitan conductas o pensamientos nocivos para él o para las personas que lo rodean sino que tú como madre aprendas a aconsejar validando su perspectiva y mostrando lo mejor para él, según cada situación en específico, haciendo ver sus posibles errores, sus aciertos y los medios para resolver sus dilemas.
2. Procura evitar la imposición de tu propia experiencia
Muchas veces una como madre desearía ver en los hijos una historia completamente análoga a la propia y definir las acciones de ellos según las propias vivencias. No obstante hay que tomar en cuenta que cada persona es un mundo distinto y cada contexto circunstancial es distinto para cada persona. Durante la conversación con tus hijos evita los absolutos subjetivos, aconseja según las particularidades de cada situación y, sobre todo, atiende al carácter individual de tu hijo. Aunque puedas sentir que no, tú conoces a tu hijo mejor que muchas otras personas y puedes aconsejar según esta cercanía. En otras palabras, en este punto buscamos recordarte que al hablar con tus hijos sobre sus vidas el foco está en ellos y no en ti. Procura que tus experiencias enriquezcan las suyas, no que las nublen.
3. Reconoce a tu hijo en público
Una excelente manera de demostrar tu confianza y orgullo es reconocer las virtudes y actividades de tus hijos frente a los demás. Desde luego, como toda práctica, ésta debe intentarse siempre con mesura: recuerda que tu hijo adolescente no quiere ser tratado más como un niño, de modo que es bueno destacar sus capacidades haciendo énfasis en aspectos que giren en torno a la madurez e inteligencia que correspondan a su edad. Celebrar logros de nuestros hijos como si aún fueran niños puede resultar contraproducente e irritante.
4. Dale tiempo y espacio
Presionar a tu hijo no es la mejor idea al buscar dar un consejo o para entablar una conversación. Él o ella debe saber que estás disponible para escucharlo pero esto no quiere decir que lo fuerces a expresarse. Recuerda que lo más importante es demostrar siempre una buena disposición de escucha para que ellos decidan acercarse sabiendo que vas a ayudarlos y a ser un lugar de apoyo. Dar espacio no quiere decir que te deslindes de su vida sino que le des a entender que él puede tenerla individualmente, con su privacidad, pero siempre con la fuerza de los valores que le inculcas y tu apoyo cuando ellos lo necesiten.
5. Muestra interés por las actividades y gustos de tus hijos
Comunicarte con tu hijo conlleva conocer y valorar sus intereses. Un adolescente que puede compartir sus gustos sin temor a ser juzgado es un adolescente que está en potencia de abrirse y sentirse en confianza con sus padres. Remítete al punto 2 y recuerda que la belleza de educar a un hijo es encontrar en él las diferencias que lo hacen independiente y auténtico. Una figura materna o paterna debe ser una guía y un acompañante, no un reto o una muralla.
6. Encuentra los mejores lugares para establecer diálogo y para afianzar lazos
Sabemos que la adolescencia es un periodo delicado para toda persona. Por lo mismo, tener la asertividad para elegir los lugares y momentos de diálogo con tus hijos es un asunto indispensable. Este punto se aúna con el anterior en la medida en que tú puedes elegir espacios en los cuales fortalecer tu relación madre/hijo que se acerquen a los gustos o intereses de él o ella. Planear salidas o encuentros con tus hijos en lugares que a ellos les gusten, siempre respetando su tiempo y sus decisiones, es una excelente idea para abordar los temas que te preocupen como madre y que quieras explicar o platicar.
7. Procura no tomar las cosas personalmente
Subrayemos que la etapa de la adolescencia es un tiempo complicado, y que esto, naturalmente, afecta al carácter, al modo de ser y al humor. Uno no debe tomarse personal un periodo natural del hijo, psicológico y fisiológico, que lo incline a tener mal humor todo el día o a mostrar cambios de humor repentinos y graves.
La comprensión reside en tener paciencia y en no tomar estos modos personalmente; no es que el hijo realmente tenga algo contra nosotros. De este modo, es nuestro papel mostrar nuestra madurez y paciencia para poder apoyarlos con cariño y empatía.